Vocación: “Entiendo la palabra vocación como una inclinación que tenemos todas las personas a convertirnos en algo en la vida, a ser alguien. En el contexto creyente, es en el encuentro personal con Dios donde se producen los cambios: hay una voz de Otro que nos pide algo. Se trata de una cuestión muy vivencial, emocional y experiencial que después ha de llevar a pensar sobre la propia vida. Y esta llamada no es una realidad estanca o monolítica: lo que nos pedía Dios hace 10 años no necesariamente es lo que nos pide hoy ni lo que nos pedirá mañana. Si miramos el día a día y las pequeñas decisiones que tenemos que ir tomando, vemos que en las pequeñas decisiones hay pequeñas llamadas de Dios. En mi experiencia, no solo todos tenemos vocación, sino que todos tenemos infinitas vocaciones, infinitas llamadas a diario a tomar ciertas decisiones que nos acercan o nos alejan de aquello en lo que nos queremos convertir. Realizar la propia vocación requiere además poner muchos medios para ello. No se trata solo de identificarla, ni de discernir qué es, sino de poner muchos medios para que eso ocurra, más aún, decidir cada día que eso ocurra”. Ángela Ordóñez es psicóloga. Trabaja en Comillas en terapia familiar; también es docente e investigadora en migración y refugio. decidir cada día